Los esports, también conocidos como deportes electrónicos, son competiciones de videojuegos organizadas profesionalmente. Este fenómeno ha evolucionado desde pequeños torneos locales hasta convertirse en un espectáculo global que atrae millones de espectadores y genera ingresos multimillonarios.
El origen de los esports
La historia de los esports se remonta a la década de 1970, cuando la Universidad de Stanford organizó un torneo del juego “Spacewar!”. Sin embargo, su auge llegó en los años 90, con la popularización de juegos como “Street Fighter” y “StarCraft”. En la década de 2000, plataformas como Twitch y YouTube permitieron transmitir competencias en tiempo real, lo que impulsó su masificación.
El impacto cultural de los esports
Hoy en día, los esports trascienden la pantalla, influyendo en la moda, la música y el cine. Equipos como T1 y G2 Esports se han convertido en marcas reconocidas mundialmente, y sus jugadores, como Faker (Lee Sang-hyeok) y Bugha (Kyle Giersdorf), son considerados verdaderas estrellas. Faker, por ejemplo, es conocido como el “Messi de los videojuegos” y cuenta con 5 campeonatos mundiales en League of Legends.
Cifras que demuestran su relevancia
En 2024, la industria de los esports generó más de 1.800 millones de dólares, con una audiencia global de 532 millones de personas, según Newzoo. Grandes eventos, como el Mundial de League of Legends, superan los 100 millones de espectadores, cifras comparables a las del Super Bowl. Además, plataformas como Twitch reportan más de 6 millones de usuarios diarios activos, consolidando el gaming como una forma de entretenimiento dominante.
Los estereotipos y la realidad
A pesar de su impacto, los esports enfrentan prejuicios. Una de las ideas más comunes es que jugar videojuegos no puede ser considerado un deporte. Sin embargo, la preparación física y mental de los jugadores profesionales es comparable a la de los atletas tradicionales. Entrenan entre 8 y 12 horas al día, desarrollando reflejos, estrategias y trabajo en equipo. Asimismo, muchas universidades ofrecen becas deportivas para jugadores de esports, lo que refuerza su reconocimiento.
Latinoamérica ha experimentado un crecimiento explosivo en los esports, con comunidades apasionadas y eventos de gran envergadura. En Chile, equipos como Kaos Latin Gamers marcaron el inicio de una escena competitiva que sigue consolidándose. Uno de los ejemplos más destacados es KRÜ Esports, fundado por el exfutbolista Sergio «Kun» Agüero. Este equipo ha ganado relevancia global y actualmente cuenta con un roster completamente chileno, lo que demuestra el talento local en juegos como Valorant. Figuras chilenas como Keznit, Mazino, Shyy, Melser y Adverso han llevado el nombre del país a competencias internacionales, inspirando a una nueva generación de jugadores.
El futuro de los esports
Con su inclusión en eventos como los Juegos Asiáticos y conversaciones sobre su incorporación a los Juegos Olímpicos, el futuro de los esports parece prometedor. La inversión de marcas como Coca-Cola, Mercedes-Benz y Nike también valida su crecimiento como industria.
Los esports han demostrado ser mucho más que un pasatiempo. Representan un cambio cultural y económico que está moldeando la manera en que el mundo consume entretenimiento. Con cifras impresionantes y una base de fanáticos en constante crecimiento, los deportes electrónicos han llegado para quedarse.